Uno de los materiales más utilizados para los tubos cerámicos de alta temperatura es la alúmina. Con un punto de fusión de alrededor de 2072°C, la alúmina cuenta con una estabilidad térmica excepcional y una alta conductividad térmica. Su resistencia al desgaste y la corrosión lo convierte en una opción ideal para aplicaciones que involucran ambientes químicos hostiles. Los tubos de alúmina se utilizan con frecuencia en revestimientos de hornos, protección de termopares y aislamiento eléctrico. La alta resistencia mecánica y dureza del material también contribuyen a su uso generalizado en entornos industriales exigentes.