El tubo cerámico de alúmina de 2 orificios se ha convertido en un componente clave en diversos campos gracias a sus propiedades, como su resistencia a altas temperaturas (resistencia a largo plazo de hasta 1600 °C), su alta dureza (dureza Mohs grado 9) y su inercia química. Su estructura de doble orificio es ideal para la separación de múltiples medios y el funcionamiento en paralelo.
En entornos de alta temperatura, se utiliza principalmente como manguito de protección para termopares. En entornos como la fundición de metales y los hornos de vidrio, los dos orificios se utilizan para enroscar los dos polos del termopar, respectivamente, lo que no solo aísla los metales fundidos y los gases corrosivos, sino que también garantiza la precisión de la medición de temperatura. En los procesos de CVD de semiconductores, también puede cumplir funciones de aislamiento y protección térmica, adaptándose a condiciones de trabajo superiores a 1200 °C.
