• 1. Resistencia a altas temperaturas: Los crisoles cilíndricos, especialmente aquellos hechos de alúmina, pueden soportar temperaturas extremadamente altas, lo que los hace ideales para su uso en entornos de alta temperatura, como hornos y hornos. 2. Inercia química: Los crisoles cilíndricos de cerámica de alúmina presentan una excelente resistencia a las reacciones químicas con la mayoría de los materiales, lo que garantiza la pureza de las sustancias que se procesan. Esto los hace adecuados para su uso en entornos donde las reacciones químicas deben minimizarse. 3. Resistencia mecánica: Los crisoles cilíndricos de cerámica de alúmina tienen una estructura mecánica fuerte, lo que les proporciona durabilidad y longevidad incluso en condiciones adversas. Su diseño robusto reduce el riesgo de agrietamiento o rotura durante el ciclo térmico o la manipulación mecánica. 4. Resistencia al choque térmico: La capacidad de los crisoles cilíndricos de cerámica de alúmina de soportar cambios rápidos de temperatura sin agrietarse mejora su confiabilidad en procesos que involucran ciclos frecuentes de calentamiento y enfriamiento. 5. Estabilidad dimensional: Los crisoles cilíndricos de cerámica de alúmina mantienen su forma e integridad a altas temperaturas, lo que garantiza un rendimiento y precisión constantes en experimentos o procesos industriales.
    Send Email Más
  • 1. Alta estabilidad térmica: los crisoles cilíndricos de alúmina pueden soportar temperaturas extremadamente altas, que a menudo superan los 1700 °C, sin comprometer su integridad estructural. Esto los hace adecuados para su uso en procesos que requieren una exposición prolongada a altas temperaturas. 2. Resistencia química: Los crisoles cilíndricos de alúmina presentan una excelente resistencia a una amplia gama de sustancias químicas, incluidos ácidos y álcalis, lo que garantiza que no reaccionen con las sustancias que contienen. Esta propiedad es crucial para mantener la pureza de los materiales que se procesan. 3. Resistencia mecánica: La naturaleza robusta de la alúmina garantiza que el crisol cilíndrico de alúmina pueda soportar el estrés mecánico y el choque térmico, lo que reduce el riesgo de agrietamiento o rotura durante cambios rápidos de temperatura. 4. Baja conductividad térmica: La baja conductividad térmica de la alúmina ayuda a minimizar la pérdida de calor, lo que hace que estos crisoles cilíndricos de alúmina sean eficientes para procesos que consumen mucha energía.
    Send Email Más